En busca de su tercera corona mundial consecutiva, el Real Madrid inicia hoy su camino en el Mundial de Clubes, siendo el único equipo que reeditó la corona en este certamen, sintiendo la obligación de cerrar con un título el 2018 y recordando el sufrimiento del pasado ante su primer rival, el Kashima japonés.
El dominio "merengue" en la Liga de Campeones de Europa le abrió la puerta a extenderlo en el Mundial de Clubes. Hace un año se convertía en el primer club en firmar dos conquistas consecutivas y en la presente edición su objetivo es ensanchar un registro prácticamente inalcanzable al resto.
VER TAMBIÉN: El Al Ain dio la gran sorpresa: eliminó al River Plate y se clasificó a la final
Será la primera opción de conquistar un título para el argentino Santiago Solari, solución de urgencia del presidente Florentino Pérez cuando las cosas no funcionaron con Julen Lopetegui.
Superado el mes y medio en el cargo, llega el momento de sentir la exigencia de un club como el Real Madrid. Nueve triunfos en once partidos le respaldan, pese a que las dos derrotas hayan sido batacazos sonoros ante Eibar y CSKA, y necesita mejorar su juego o al menos definir un estilo que vuelva a ilusionar al madridismo.
Dos años después se reencuentran Real Madrid y Kashima Antlers, con el recuerdo de un partido repleto de sufrimiento que tuvo que solventar el conjunto español en la prórroga gracias a un triplete de Cristiano Ronaldo, el gran referente que tanto añora en el presente. En Yokohama, en la edición del Mundial de Clubes 2016, un doblete de Shibasaki remontó la final y puso al borde del sonrojo al equipo que dirigía Zinedine Zidane, hasta que en el tiempo extra sentenció el astro portugués.
Un rival muy peligroso
El objetivo del Kashima, ahora en semifinales, es el mismo. Lleva sus partidos a un desgaste continuo físico y es consciente de que el Real Madrid esta temporada ha sufrido en este apartado y aún le queda por mejorar desde que Pintus ha tomado el mando. Su equipo además está mejorado.
Con la mano de Zico en los despachos y el sabor brasileño que aportan jugadores en el campo. Su goleador es Serginho y en el extremo izquierdo brilla Leandro, que ha llegado al Mundial de Clubes nada más recuperarse de una larga lesión y con poco ritmo de competición. Provocó que en el duelo previo ante el Chivas Guadalajara fuese sustituido al descanso para dar paso a la gran revelación, Hiroaki Abe, un joven de 19 años que firmó el tanto final del triunfo (3-1) que le dio acceso a semifinales.
VER TAMBIÉN: José Mourinho sale por la puerta de atrás del Manchester United
Su técnico, Go Oiwa, va sin complejos a por el campeón de Europa y meterá un ritmo alto al partido que le hace dudar entre la frescura de Abe y el momento de Leandro. Cuenta con las bajas por lesión de su medio centro, el internacional japonés Kento Misao, y de su delantero centro Yuma Suzuki.